Eliud Kipchoge se convierte en el primer atleta capaz de correr una maratón en menos de dos horas

Esteras Gala, Alejandro

La hazaña del keniata no formará parte de las estadísticas históricas del atletismo

Corrían -y nunca mejor dicho- las 9 de la mañana en el Parque Prater de Viena cuando el atleta keniata, Eliud Kipchoge pasaba por la línea de meta del reto INEOS. 1 hora, 59 minutos y 42 segundos marcaba el reloj situado encima del último tramo. Una media de 17 segundos cada 100 metros durante más de 40 kilómetros. Se dice pronto. A la par que la hora, la palabra “unofficial” puesto que la Federación Internacional de atletismo (IAAF) detalla que los récords del mundo deben realizarse bajo unos criterios que el reto INEOS no cumple. Entre ellos, el recorrido no estaba certificado por la IAAF ni por ningún organismo oficial, no había control antidoping o el propio Eliud contaba con liebres, unas zapatillas no homologadas y un coche que le marcaba el ritmo.

“Corro para hacer historia” decía Kipchoge días antes de la prueba. Se mostraba tranquilo y confiado al tener que correr contra su propio cronómetro (el anterior récord lo ostentaba con un tiempo de 2 horas, 1 minuto y 40 segundos). "Es una nueva oportunidad para ver que el ser humano no tiene límites" comentaba Eliud fatigado después de la prueba. El ser humano se supera cada día más, no importa el ámbito, competencia o disciplina. Y esta última acción es buena prueba de ello.

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